“Tal como está redactado el Proyecto, no se augura un buen futuro, toda vez que desconoce todo el aprendizaje del sistema en estos años en materia de cobertura, acceso, calidad y equidad”, Mauricio Santamaría, presidente de ANIF.
“Es una especie de Frankenstein, o una colcha de retazos que resultará en un sistema disfuncional”, Fernando Ruiz, exministro de Salud.
Durante el acto de apertura de la Convención Nacional de Retail Farmacéutico, que adelanta FENALCO en Barranquilla, Jaime Alberto Cabal, presidente del Gremio, reiteró la preocupación desde el comercio sobre la reforma a la salud, en especial por el futuro de los gestores farmacéuticos, encargados de garantizar a los pacientes el acceso ambulatorio a medicamentos y tecnologías en salud, quienes en promedio atienden semestralmente a cerca de 39 millones de usuarios y entrega más de 242 millones de medicamentos.
El vocero de los comerciantes, afirmó que el sector enfrenta grandes retos por la actual coyuntura económica global, marcada por la desaceleración, una inflación persistente, desabastecimiento de insumos y suministros, todo esto en medio de una reforma a la salud, que ha generado incertidumbre entre los colombianos.
Al respecto el presidente de ANIF, Mauricio Santamaría, afirmó que el panorama para la producción y comercialización de productos farmacéuticos, medicinales y cosméticos en Colombia depende, en buena medida, de las discusiones de reforma al sistema de salud que actualmente cursa en el Congreso de la República. Sin embargo, aseguró que tal como está redactado el Proyecto, no se augura un buen futuro, toda vez que desconoce todo el aprendizaje del sistema en estos años en materia de cobertura, acceso, calidad y equidad.
“Lo que propone el proyecto de reforma a la salud es un descalabro total que, sobre todo, va a terminar afectando a la población más pobre”, afirmó
Santamaría. Por su parte el exministro Fernando Ruiz, señaló que esta reforma es igual o peor que la pandemia producto del Covid-19. “Es una especie de Frankenstein, o una colcha de retazos que resultará en un sistema disfuncional”.
“Tenemos una reforma planteada desde un modelo supremamente teórico, en el que se presume que va a funcionar pero ahí hace falta toda esa complejidad de la realidad que es muy dura”, concluyó Ruiz.