- El crecimiento de la inflación anualizada del 7,16% al 7,18% cambia la tendencia de 15 meses consecutivos de caída de la inflación.
- Colombia con excepción de Venezuela y Argentina, entre los pocos países de América Latina, que no han logrado derrotar el flagelo de la inflación después de la pandemia.
- El Banco de la República debe ser muy cauteloso al seguir bajando las tasas de interés.
- Los precios de “las golosinas” suben 37.28%. Las bebidas azucaradas han sufrido un incremento de precios del 10.82% y las carnes procesadas sufren un reajuste acumulado del 16.23%, es decir, tres veces más que el grupo de alimentos.
Preocupa nuevamente el aumento de la inflación en junio, sobre todo en el precio de los alimentos que subió 0.3%, cuando en junio del año pasado fue 0.53%, lo que indica que la inflación no está controlada. Así lo señaló Jaime Alberto Cabal, presidente de FENALCO, quien explicó que mientras que el costo de vida de los colombianos sigue elevado, países que tuvieron un significativo aumento de la inflación después de pandemia como México, Perú, Chile, Brasil y Ecuador ya llegaron a niveles inferiores al 5%. Colombia, con excepción de Venezuela y Argentina, es de los pocos países de América Latina, que no han logrado derrotar el flagelo de la inflación después de la pandemia.
El vocero de los comerciantes insistió que en esta difícil coyuntura inflacionaria y ante la perspectiva de un bajo crecimiento de la economía colombiana, “el Banco de la República tiene que ser muy cauteloso al seguir bajando las tasas de interés, como lo hemos indicado desde FENALCO”.
De acuerdo con el DANE, el aumento del IPC en junio se explica principalmente por la variación de los grupos: alojamiento (arriendos), servicios públicos, alimentos y bebidas no alcohólicas. En contraste, la división de muebles y artículos para el hogar y el grupo de vestuario y calzado no sufrieron aumento de precios lo que se puede atribuir a la Primatón, iniciativa liderada por FENALCO durante la última semana de junio.
De igual manera, el dirigente expresó su preocupación por el fuerte incremento de los precios de los llamados ultraprocesados, como consecuencia del impuesto a estos productos, y a las bebidas azucaradas establecido en la reforma tributaria de 2022. Mientras que en los últimos 12 meses los precios de los alimentos han subido 5.27% y el IPC total un 7.18%, los precios del grupo “golosinas” suben 37.28%. Las bebidas azucaradas registran un incremento de precios del 10.82% y las carnes procesadas sufren un reajuste acumulado del 16.23%, es decir, tres veces más que el grupo de alimentos. “Este comportamiento en los precios afecta notoriamente el bolsillo de los consumidores de bajos ingresos pero principalmente las finanzas de los tenderos de barrio, integrantes de primer nivel de la llamada economía popular que supuestamente defiende el Gobierno”, añadió.