El deterioro de la dinámica empresarial se mantendrá en 2023, lo que se reflejará en una tasa de crecimiento significativamente menor que la de 2022. Junto con la fuerte desaceleración del crecimiento, se mantienen las presiones inflacionarias. Si bien no se espera una aceleración de la inflación, que cerró en 2022 con una tasa del 13.12%, la más alta en lo corrido del presente siglo, esta continuará siendo elevada durante 2023. En el ámbito fiscal, gracias a los buenos precios del petróleo y el carbón así como por el aumento en el recaudo derivado de una buena gestión por parte de la DIAN y un resultado financiero mejor a lo esperado por parte del Banco de la República, Colombia pudo cumplir sus compromisos de en cuanto a la aplicación de la regla fiscal.
De otra parte, el escenario internacional sufrió un inesperado deterioro en 2022. La invasión rusa a Ucrania así como el escalamiento de los roces de tipo comercial entre Estados Unidos y la China redujo el crecimiento económico mundial al tiempo que los pronósticos de crecimiento, tanto de la actividad económica como del comercio mundial para el presente año han vuelto a revisarse a la baja.
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