Pese a que la celebración de la Semana Santa parece tener un efecto neto negativo para las ventas del comercio, en este año el reporte de los comerciantes ha sido aceptable. En efecto, el 36% de los empresarios consultados consideró que el volumen físico de sus ventas aumentó, en tanto que para el 21% disminuyó. Son valores bastante similares a los registrados en abril del año pasado. Recordemos que la Semana Santa en el 18 cayó en marzo. Las categorías de vestuario y calzado estuvieron bastante moviditas, al igual que las ventas de víveres, abarrotes y bebidas alcohólicas. También las librerías reportaron un buen registro de ventas. En contraste, y como era de esperarse, el comercio de vehículos sufrió un aletargamiento. En los Centros Comerciales en general se registró una mayor afluencia de personas, que no sólo estaban en plan de mirar vitrinas sino que accedieron con más intensidad a los servicios gastronómicos y de entretenimiento, incluyendo los cines. Nos llama la atención que voceros consultados del comercio de confecciones nos comentaron que perciben desde el año pasado un estancamiento en las ventas de ropa masculina y que en cambio andan bien las de vestuario femenino y la ropa deportiva. En cuanto a las expectativas, hubo una recuperación en el optimismo comercial frente al nivel de marzo.
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